lunes, 7 de enero de 2008

Tu triunfo o el del equipo

Conozco a mucha gente que ejerce de jefe de equipo y he de reconocer que existen multitud de maneras distintas de llevar a cabo la función. En esta entrada pretendo hablar de una actitud muy extendida entre los jefes de equipos, actitud que realizan de una manera innata.

Hoy quiero comentar las reacciones ante los resultados de un trabajo. Está claro que la persona al cargo del proyecto: la que lo vende, lo gestiona, la que asigna los recursos necesarios, y en parte la que evalúa, no conoce el detalle del trabajo realizado por cada uno de los colaboradores del jefe de equipo, sino que conoce en mayor medida el trabajo que se desprende de las posibles conversaciones con el jefe de equipo o revisiones de los resultados que el mismo ha unificado.

La vieja teoría de “El triunfo del equipo es el triunfo de cada uno de los integrantes del mismo” se puede disolver en la conciencia del jefe de equipo, ya que es quien domina la información y la comunicación. Atentos a los siguientes ejemplos y pensad si no es así:

Resultado excelente. La posición del jefe de equipo puede ser: el resultado ha sido el que yo esperaba, ya que he sido capaz que cada uno haga lo que yo decía de modo que haya conseguido lograr unas metas impresionantes. Hubieses hecho este mismo trabajo con los mismos resultados independientemente de si mis colaboradores hubiesen sido otros.

Resultado mediocre. La posición del jefe de equipo puede ser: he hecho todo lo que he podido para intentar que esta panda de holgazanes me hicieran caso, pero la verdad es que su trabajo no ha sido, ni mucho menos lo que me podría esperar de ellos en un inicio.

Ambas situaciones son ineficaces, además de ser una postura egocéntrica. Tu calidad como jefe de equipo se medirá no sólo en los resultados que consigas en el trabajo diario, sino también en lo contentos que puedan estar las personas que trabajan contigo, y que te ven como una referencia, y que ante un posible cambio de equipo, son capaces de manifestar que quieren seguir trabajando contigo.

No digo que haya que ir repartiendo meritos a diestra y siniestra, simplemente reconoce lo que ha hecho bien cada persona en el trabajo que habéis terminado, e intenta que lo sepa tu jefe, como gerente, director del proyecto, y por supuesto tu colaborador.

En conclusión: la teoría de “el triunfo del equipo es el triunfo de cada uno” es correcta, pero hay que saber aprovecharla, no seamos ansiosos en escalar. En la empresa a diferencia de lo que se cree los empujones para ascender te los dan los de abajo y no los de arriba, así que cuanto más ambiciones tengáis de subir en vuestra organización más tenéis que cuidar a vuestros colaboradores, con lo que conseguiréis obtener reconocimiento y por supuesto altísima calidad.

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