viernes, 22 de febrero de 2008

Hablar en público II: La audiencia

Queda claro, entonces que el principal objetivo de hablar en público es la comunicación, tener algo que contar y que aportar a nuestro público.

Definido este objetivo queda lo más complicado, hablar hasta y para conseguirlo. La preparación es fundamental y gran parte de nuestro éxito (sino todo) dependerá de esta preparación; pensad, como por ejemplo, en los políticos que no sólo preparan lo que dicen, sino también el cómo lo dicen, como ponen las manos o incluso los colores de los gráficos presentados (para ejemplo el debate televisado el pasado jueves 21 de febrero entre los dos grandes pesos de la economía política: Solbes y Pizarro).

Dentro de la preparación es fundamental conocer a quién va dirigido nuestro discurso, porque toda nuestra forma de actuar y de hablar puede cambiar drásticamente dependiendo de las características del grupo: la audiencia.

El conocer a la audiencia lo es todo, es fundamental para poder contactar con ella, es decir, dependiendo de si lo preparamos o no podremos hacer que la gente que escucha nuestro discurso se crea lo que decimos, pase un buen rato y le parezca que ha aprendido algo.

Para explicar de la mejor manera pensemos en un mismo mensaje dado por una persona a distintas audiencias. El mensaje es: Como combatir la inseguridad

Jueces: Para mejorar la seguridad de los ciudadanos podemos elaborar un nuevo conjunto de leyes que será sometido a votación en congreso parlamentario el próximo jueves 13 de junio a las 10:00.

Niños de 10 años: Sabéis que no tenéis que ir con desconocidos, porque puede ser gente mala.

Etc…

La próxima vez que tengas que dar un discurso en público, intenta imaginarte quién será tu audiencia y elabora una lista de aquello que crees que les gustaría oir y cómo. Si lo consigues seguro que habrás ganadao algún punto.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Hablar en Público I: Objetivos y principios

Esta entrada, forma parte del grupo Hablar en Público, y de momento no tengo claro el número de ediciones al que llegaré, pero es un tema que realmente me atrae y que espero que a vosotros también.

El objetivo, harto complicado, es el de definir que podemos entender por hablar en público. Para ello, por qué no intentar un pequeño juego de palabras con las opciones que nos da el diccionario de la RAE:

hablar: Articular, proferir palabras para darse a entender

público: Conjunto de las personas reunidas en determinado lugar para asistir a un espectáculo o con otro fin semejante

Por adición hablar en público sería: Articular, proferir palabras para darse a entender ante un conjunto de personas, reunidas en determinado lugar.

Con la descripción anterior hemos desgranado el principal objetivo de hablar en público y que es la comunicación. En el caso de que no exista comunicación (es decir, que el presentador no logre hacerse entender) no estaremos hablando en público, estaremos, como mucho, berreando ideas; sino pensad en una conferencia dada por la eminencia mundial más importante en el campo de las matemáticas; hasta aquí bien, pero ahora pensad que vosotros sois los oyentes y la está dando en chino, o peor aún, pensad que el tema principal es la teoría del caos y su aplicación a comunicaciones por radio orbitales y los oyentes son vuestros abuelos, padres o vosotros mismos.

Por lo tanto el objetivo de todo orador es establecer una comunicación efectiva con las personas que forman su público. Cada vez que tengáis que hablar en público intentad pensar en esta idea, y en el caso de que creáis que no la estáis cumpliendo, haced lo posible por cambiarlo.

Las entradas siguientes tratarán de como conseguir hablar mejor en público (no es genético, sino que puede ser aprendido), centrándose, cada una de ellas, en cada uno de los aspectos fundamentales.

¿Serías capaz de definir tu propia lista de lo qué debemos tener en cuenta a la hora de hablar en público?

miércoles, 13 de febrero de 2008

Conociendo lo desconocido

El desconocimiento de lo que desconocemos en un handicap, que en algunas ocasiones resulta muy difícil de superar. Me refiero que para poder avanzar (ya sea profesional o personalmente) nos vendría bien saber que es lo que debemos hacer para mejorar, por lo tanto, una vez más la información es poder.

Parece algo enrevesada la pequeña introducción a esta entrada, pero es justo lo que pretende, crear algo de desconocimiento que necesita ser cubierto por algún lector que piense que en la información y el desconocimiento está casi el 100 % de cualquier evolución.

Mi misión es intentar exponer las fases del conocimiento, o por lo menos las que yo entiendo, porque saber como se aprende (conoce) también se puede mejorar:

Fase 1. Desconocimiento inconsciente. Es la primera fase por la que pasa cualquier individuo. Se podría resumir en la negación del desconocimiento, es decir, la no admisión de lo que desconocemos. Siempre que estemos en esta fase nuestra evolución será nula, ya que en ningún caso pensamos que pueda existir algo en lo que podamos mejorar.

Fase 2. Desconocimiento consiente. En la evolución del conocimiento, nos damos cuenta de aquello que desconocemos. A partir de esta fase es posible experimentar una posible evolución, por lo menos, iniciar las ganas para que la evolución explote.

Fase 3. Conocimiento consciente. Aprendemos todo aquello necesario que cubre nuestro desconocimiento, o por lo menos, lo que pensamos que lo cubre. Sabemos lo que hacemos y cómo lo hacemos.

Fase 4. Conocimiento inconsciente. Es la última, y más avanzada fase del conocimiento, se basa en saber hacer algo aunque no saber realmente el cómo. Esta fase se da sobre todo, en personas con un grado de conocimiento experto en un determinado campo, como investigadores, profesores de universidad, etc. La pega asociada a esta fase es que suele ser difícil que estas personas transmitan su conocimiento.

Os pongo un ejemplo para que os quede más claro:

¿Sabrías clasificarte dentro de alguna fase en las principales actividades cotidianas?

 
visitas desde el 14 de noviembre de 2007