miércoles, 21 de noviembre de 2007

Apender de lo que copiamos


Como ya expliqué en la anterior entrada, el copiar es necesario para poder hacerte con un hueco en el mundo empresarial, pero las cuestiones fundamentales son ¿cómo se copia?, ¿cómo puedo aprovechar lo que copio? ¿todo lo que copio es positivo para mi?, etc.

Existen muchas más preguntas que las que os he expuesto aquí (si queréis que analicemos alguna más, sólo tenéis que comentarlo), pero nos pueden dar una idea general del concepto que he intentado transmitir (no sé si de forma clara) en estas últimas entradas.

Empezando por la última pregunta que he puesto, la de si es positivo o no copiar, que por cierto, es la más complicada de responder, mi posición es que no todo es positivo. Lo que si que siempre resulta positivo es la capacidad de analizar lo que sucede a nuestro alrededor, es decir, fijarnos en lo que se hace, y con una actitud crítica seamos capaces de decidir que es conveniente imitar y que no en nuestro deambular diario. Con ello estaríamos haciendo lo mismo que hacen algunos programadores, que a partir de una versión inicial de un programa útil, pero con muchos fallos van poniendo parches hasta que el resultado final es el óptimo o se aproxima por abajo.
La duda que puede surgir es si es posible saber que es lo bueno y que es lo malo, que aprovechar y que no; quizá sea este el verdadero obstáculo de esta pregunta, pero aquí hay que dejarse guiar por lo que uno hace y cree que está bien. Como ejemplo sobre este tema, comentar: a menudo he visto a compañeros amargados por el horario de trabajo (sobre todo en el sector consultor/servicios) quejándose de las largas jornadas, a veces poco útiles e improductivas, pero en el momento en que ellos son los jefes de equipo piden lo mismo a sus delegados. No creéis que esto va contra alguna ley interna de las personas, por lo menos de las pensantes.

El proceso de depuración del trabajo parte de que se utilicen más las orejas y los ojos que la boca, y posteriormente mucho, mucho el seso. Aprovechad lo que os ha gustado de los profesionales a vuestro alrededor, la manera de expresarse, de organizar carpetas y documentos informáticos, de tratar a su equipo, etc. y por supuesto intentad aprovechad en mayor medida aquello que nos ha gustado, porque claramente es una oportunidad abierta, que nadie quiere coger, para destacar en una tarea (no necesariamente de cara a tu responsables) que os puede dar un gran impulso para vuestra promoción profesional.

Y tú, ¿eres de los que copian o de lo que inventan?

3 comentarios:

Diego dijo...

En mi trabajo, que es de inventar, copiar está a la orden del día. Al principio me rasgaba las vestiduras, pero ahora empiezo a pensar que quizá tenga que ser así.

Miguel Angel dijo...

Básicamente lo de inventar ya no se lleva. Algunos dicen que es porque todo está ya inventado, otros como yo decimos que es porque es más fácil copiar que pensar en algo nuevo. Normalmente el ser humano es perezoso por naturaleza. Qué sentido tiene el inventar si utilizando algo ya existente voy a tener un resultado aceptable y probablemente en muchas ocasiones mejor que lo inventado.

Como yo siempre digo, para qué escribir si puedes copiar y pegar.

Luch dijo...

@Miguel

Estoy, en parte, de acuerdo contigo. El caso es que creo que copiar está bien, pero la razón no es la pereza; la razón debe ser coger algo que funciona y quedarnos con lo que es realmente efectivo para cambiar el resto, "depuración de los proceos".

 
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