Como ya comenté hace dos entradas la mayoría de las acciones que se realizan en el mundo empresarial se pueden clasificar en dos grandes grupos: gestión de personas y gestión de trabajos. Para que una persona realice un buen trabajo debería dominar al menos parte de estos dos grupos, si bien, si lo que perseguimos es el éxito, necesitamos, además de lo que expliqué en las dos últimas entradas un conjunto de características que quedarían agrupadas en un “cajón de sastre”. Os comento alguna de ellas:
La suerte, la posición y el momento. La suerte está presente en el mundo y forma parte del día a día. Recordando mis días de universidad, una amigo siempre decía la suerte favorece a la mente preparada; esta frase para mi es completamente incorrecta ya que, ¿de verdad la gente de tu alrededor está menos preparada que tú? La suerte influye en la vida laboral: ¿Cómo seleccionaste tu primer trabajo? ¿Por qué se jubiló tu jefe justo cuando entraste y te asignaron su trabajo? El estar en ese momento no depende de ti, sino que depende de esa probabilidad incontrolable que debería situar a todo el mundo donde debe, pero por supuesto una vez que surge la posibilidad debes demostrar o haber demostrado la calidad que tienes, ya que en la empresa poca gente está dispuesta a arriesgarse.
La belleza. Lo primero me gustaría agradecer a Gonzalo la posibilidad de que esté hablando de este concepto, ya que ha sido él el que me ha iluminado en este tema. La belleza es, queramos o no, un factor de muy alta relevancia en el mundo laboral. Pensad en este caso: Un jefe de equipo está trabajando con dos personas, teniendo ambas un rendimiento similar. A la hora de evaluar el trabajo de estas personas, el jefe de equipo debe decidir cual de ellas debe promocionar (ya que hay únicamente un puesto vacante). Una de las dos personas encaja más en un posible canon de belleza, la otra, menos. ¿A quién creéis que promocionaría? A los que habéis pensado que da igual y que no tiene que ver con la belleza, ¿no os ha parecido nunca que los más guapos suelen ser antes el alma de la fiesta? ¿nunca habéis querido bailar con la más guapa de clase sin importar la personalidad? ¿nunca os habéis quedado como pasmarotes sujetando la puerta a un chica guapa en la entrada del metro? ¿nunca habéis visto que la integración de un guapo dentro de un nuevo grupo es más fácil, porque incluso tu quieres ir a saludarle?
No hay que desesperarse en el trabajo si te encuentras con gente que apuesta (aunque sea de forma inconsciente) por este tipo de acciones, la gestión de personas y trabajos son los que perduran a lo largo del tiempo, ya que la suerte y el momento pasan y que decir de la belleza.
domingo, 2 de diciembre de 2007
Otras Gestiones
Publicado por
Luch
a las
17:48
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5 comentarios:
Totalmente de acuerdo con el tema de la belleza, hace años (creo que vivía en Burgos) que leí que los guapos tienen mayor fiabilidad y desde entonces estoy atenta he intento que no me afecten...
Pues yo no estoy completamente de acuerdo con el tema de la suerte. Normalmente, aunque no sepamos lo que nos va a pasar, tenemos indicios de si algo nos va a ir bien o mal. Luego irá como vaya pero no creo que el azar sea tan determinante. Aparte, quizás no valga la frase de la mente preparada, y sobre el azar por definición no podamos actuar, pero donde sí podemos actuar es sobre las circunstancias que nos pueden llevar a buenos resultados; por ejemplo, alguien pesimista sobre cierto tema tendrá menos buena suerte que alguien optimista sobre el mismo tema.
¡¡Enhorabuena por el blog!! Superinteresante...
Sobre lo de la belleza (y + temas)... ¿conoceis este libro? Habla de diseño (en teoría) pero la mayor parte son principios aplicables a muchos aspectos de la vida (el trabajo y la economía entre ellos)... Está muy bien.
Tiene varios principios sobre los cánones de belleza, la simetría y como efectivamente afecta más de lo que nos gustaría...
Hola,
Muy interesante el artículo y muy interesante el blog.
La verdad es que algo identificado me siento, yo desde hace poco estoy llevando un equipo de personas, y bueno, me está costando bastante.
A tí sin embargo se te ve bastante bien plantado, se ve que tienes experiencia con equipos.
¿Algún consejo que darnos? ¿Es muy numeroso el equipo que diriges?
Un saludo y esperamos más artículos interesantes.
Antonio,
Lo primero, muchas gracias por tus comentarios.
Sobre mí comentarte que debido a mi trabajo me ha tocado dirigir equipos variados, pero todos ellos de un tamaño pequeño. El equipo más grande que he tenido ha sido de 5 personas y el más pequeño de 1 (yo mismo). Lo que intento reflejar en este blog es mi experiencia, adornado con pequeños momentos vividos.
A la pregunta ¿Algún consejo que darnos?: No es fácil elegir un único consejo (este blog está lleno de ellos, pero ya que parece que has empezado hace poco como jefe de equipo decirte que los equipos no son fáciles, lo primero es asumirlo y no pensar que tus ideas y planteamientos son los mejores. A menudo la gente no es lo que te esperas (y no siempre en el sentido negativo) por lo que debes aprender a cambiar tu planificación ofreciendo a cada uno lo que mejor sepa o pueda hacer. Tu misión es la de detectar que es lo que mejor puede hacer cada uno y asignárselo, es decir, una persona será más o menos eficiente o profesionalmente prometedora dependiendo de lo que aprenda y ese aprendizaje depende de que su trabajo y planificación sea lo más ajustado a sus capacidades.
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